ocho minutos
sublime
el momento
en que con mi taza de té
o de café,
o mi vaso de birra
o de vino,
armo un cigarro
con los dedos,
lo fumo
y escribo unas líneas
contemplando la nada,
utilizando
la oportunidad de paz
respectiva
de cada madrugada
para limpiar un poco más
el caos
del alma
son exactamente
ocho minutos
el momento
en que con mi taza de té
o de café,
o mi vaso de birra
o de vino,
armo un cigarro
con los dedos,
lo fumo
y escribo unas líneas
contemplando la nada,
utilizando
la oportunidad de paz
respectiva
de cada madrugada
para limpiar un poco más
el caos
del alma
son exactamente
ocho minutos
Comentarios
Publicar un comentario