veo
esos cuerpos redondeados,
hasta los ombligos veo
atrás de las remeras
que pareciera que se les fueran a descocer
los costados.
veo
desde mi más adentro
la náusea,
el mareo,
la mirada indignada de las vecinas
como de verguenza ajena o poderío.
veo como caminan
de acá para allá
haciendo como si no llevasen
esa bolsa de piedras,
como si fuera eso lo que siempre hubiesen deseado,
como si el síndrome se hubiera vuelto milagro y privilegio.
veo
aunque sea invisible
todo lo que sienten
en sus pechos,
el dolor
de todas las vidas ultrajadas.
veo
y lloro
y grito
por todas las caras grises
que quisieron ser libres
alguna vez
antes de parir
o morir.
esos cuerpos redondeados,
hasta los ombligos veo
atrás de las remeras
que pareciera que se les fueran a descocer
los costados.
veo
desde mi más adentro
la náusea,
el mareo,
la mirada indignada de las vecinas
como de verguenza ajena o poderío.
veo como caminan
de acá para allá
haciendo como si no llevasen
esa bolsa de piedras,
como si fuera eso lo que siempre hubiesen deseado,
como si el síndrome se hubiera vuelto milagro y privilegio.
veo
aunque sea invisible
todo lo que sienten
en sus pechos,
el dolor
de todas las vidas ultrajadas.
veo
y lloro
y grito
por todas las caras grises
que quisieron ser libres
alguna vez
antes de parir
o morir.
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